Minutos dentro de la cápsula del pánico
El sonido era ensordecedor, casi insoportable. Maldijo a la criatura que crecía en su interior por ser la culpable de
El sonido era ensordecedor, casi insoportable. Maldijo a la criatura que crecía en su interior por ser la culpable de
La humedad había entumecido sus huesos y los músculos tensados a la fuerza se quejaban mandándole punzadas de dolor insoportables.
El habitáculo estaba oscuro, pero Rigat sabía que ese era el único camino posible para escapar. Tomó aire y sumergió
No tuvo que abrir los ojos para notar que alguien estaba observando cómo dormía. Las persianas estaban subidas y la
Llevo desde que tengo uso de razón escribiendo. Las letras siempre me han acompañado. Diarios personales, frases en libretas y