—¿Ves esa piedra?
—Sí, ¿qué tiene de especial?—pregunta mi ángel de la guarda con curiosidad mientras achina los ojos. Es una chica, ya sé que los ángeles no tienen sexo, pero estoy convencida de que el mío es una chica. Ese genio y ese carácter solo puede venir de una mujer.
—Que me voy a tropezar con ella.
—¿Tú estás tonta? Vamos a ver… Si la estás viendo, ¿por qué ibas a tropezar?
—No sé… Me atrae…
—Definitivamente, estás tonta—Mi ángel suspira irritada y levanta una ceja—. ¿Quieres que lo evite?
—Mmmm… Creo que no.
—Pero… Sabes que si tropiezas con la piedra te caerás y te harás daño, ¿verdad? —Mi ángel tiene el morro fruncido y estudia mi mirada.
—Lo sé.
—¿Entonces? —Seguro que mi ángel está maldiciendo el día que le asignaron a la humana más idiota del planeta.
—Creo que estoy dispuesta a lastimarme.
—Te sangrarán las rodillas…
—Lo sé.
—Y el moratón te durará varios días…
—También lo sé.
—¿Y por qué vas a hacerlo? —Mi ángel entiende que la decisión está tomada.
—Entiendo el riesgo, pero al menos sentiré que sigo viva…
Ya dicen que el humano es el único ser que puede tropezar dos veces con la misma piedra… además, sentirse vivo, y más en estos días, es una auténtica bendición. ¡Me ha encantado! ¡Un fuerte abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Javier!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy real Sadire!
Vemos la piedra, pero por si acaso, tropezamos con ello.
Un saludo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jaaajjj! Así es😝
Me gustaMe gusta