Aquí va mi participación en el reto de Escribir Jugando de Lídia
Entre ellas la llamaban “Casa de la Luna”, al poco tiempo entendí que se trataba de una especie de metáfora por los rasgos femeninos que durante años se le asignaron al astro.
En el refugio de sus paredes estaban prohibidos los espejos, pero no eran necesarios, solo tenías que mirar a cada una de las recién llegadas para verte reflejada: ojos tristes y perdidos, manos laceradas y moratones decorativos por cualquier parte del cuerpo.
Pronto terminaría mi estancia en aquel lugar y sin embargo seguía disfrutando del renacer en cada una de ellas. Las miraba y me sentía feliz imaginando cómo una nueva flor brotaba de ellas, llenas de luz, de esperanza y confianza. Yo misma la notaba palpitar dentro de mí: no más golpes, no más miedo.
¡Oh, qué bonito! Y doloroso al mismo tiempo. Un tema delicado y que no esperaba en absoluto. Me gusta.
Muchas gracias por tu participación, Sadire 🙂
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Gracias, Lidia. No se por qué la flor saliendo de la chica me ha llevado a esto… En fin, con las musas nunca se sabe😉
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¡Me ha encantado el relato!
Besos primor.
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Muchas gracias!😘
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Que si historias a medida, que si novelitas, que si retos… ¡Te nos vas a agotar a muerte, mujer!
Bebe mucha agua y no escribas al sol (o sea, en la cola de ya sabes donde).
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Jaaajjjjj, qué va!!!! Lo que no sé es como se las apañan algunos de nuestros compis para ser tan productivos….
Me voy a la pisci…a ver si me da para alguna cosilla😂😂
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