Advertencia: La siguiente historia puede herir la sensibilidad del lector… Las lectoras no me preocupan 😉
El hombre, que todavía saboreaba el corte que le había hecho a su última víctima, se levantó de la silla y ordenó a su joven ayudante que hiciese pasar a la siguiente.
Le resultaba irónico cómo la joven conseguía apaciguarlas con sus dulces palabras, casi las convencía de que estaban en un lugar maravilloso cuando las acomodaba en la mesa de torturas.
Tenía algo muy especial preparado para la siguiente, algo sangriento. Comprobó que las cinchas estuviesen bien sujetas y comenzó con su técnica tan perfeccionada durante años de duro trabajo.
La víctima se removió un tanto, pero no emitió ningún sonido. La sangre comenzó a brotar manchando sus manos, un tirón más y el pequeño regalo metálico que insertó en su cuerpo años atrás, abandonó su cuerpo llevándose tras de sí restos de tejido.
El hombre lo observó y lo tiró sobre una bandeja metálica: todo correcto. La ayundante volvió a aparecer en escena y con una sonrisa amable ayudó a la resignada víctima a incorporarse, incluso le ofreció un pequeño trozo de papel para que se limpiase las gotas bermellón que salpicaban sus piernas.
La torturada salió de la sala dolorida, pero muy digna se plantó frente al mostrador de la entrada y dijo a la enjuta señora que allí se encontraba:
—Deme cita de nuevo con el ginecólogo para dentro de seis meses, por favor.
Es terror lo que sienten algunas mujeres cuando van al ginecólogo, por eso los hombres no van, no tienen tanto valor. 😉
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Bueno, imagino que es como el dentista: nada agradable, pero necesario. Ay, amigo, os librais del gine pero no del urólogo (y creo que también daría para más de una historieta)😁😁
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Jajaja. Cierto, eso de que te metan un dedo por detrás hasta la próstata como que no debe de ser agradable. 😡😡 Se que todos es por culpa de una educación algo machista, pero por detrás, ni el aire. 😱😱
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Genial! jaja! 😉
Saluditos.
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Besacos!
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Por eso yo todavía lo tengo ahí, jaja… En una ecografía que me hice hace poco me dice el doctor que si lo guardaba de recuerdo, pues sí, recuerdo de mi juventud perdida.
Besos.
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😂😂😂😂
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Ay, por favor. Has descrito justo lo que yo siento 😑 Es pánico tener que sentarse en ese potro y que te manoseen!! 😤
Muy bien descrito. Más parecía una sala de torturas de un castillo medieval que una consulta! Bien hecho!
Besacos, compi!! 😘
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No es miedo, ni nada parecido, mas bien es un momento desagradable e incómodo ¿no?
En fin, esa era la idea, que pareciese una tortura.
Besacos, Lidia!
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Dile como quieras, pero cuando llega el día de la revisión es como… buff qué pocas ganas!! jajaja
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Ains, la consulta de ginecología…
Bueno, tampoco ha sido tan gore. Aunque comprendo el temor que os produce a muchas.
Por cierto, con el aviso del principio, me había imaginado una sesión de torture porn con miembros viriles arrancados. Que solo de pensarlo, duele 😀 😀 😀
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Jaaajjjj o sea ¿Eso sí es gore y lo otro no? Oye que nos arrancan un trocito de miembro cada vez q vamos!!!! 😂😂😂
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A ver, sí, tienes razón, pero no digo eso 😉
Me refería más bien a que me esperaba una redacción mucho más truculenta, con sangre a borbotones, carne despellejada y barbaridades varias 😀 😀 😀
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Te entendí, pero tienes que perdonar mi vena “rosa”, siempre tengo que soltar la puntillita, ya sabes, años de coraza.😉
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Nada, nada, la próxima vez que digas “gore”, quiero sesos, entrañas, sangre y bilis, lo que haga falta para dar asquito 😛
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