Por si te lo perdiste: (I)
Kyle, asustado todavía por su reacción, acató las órdenes de su madre: enrolló lo mejor que pudo el cuerpo yerto de su padre con sábanas y manteles. Las telas se empaparon enseguida volviéndose rojizas. Mientras, Margaret frotaba el suelo de madera donde había yacido su marido para intentar borrar las huellas de la muerte.
Entre los dos consiguieron meter a Thomas bajo el colchón de paja del catre. Más tarde pensarían qué harían con él, murmuró la mujer.
—Kyle, dámelo —ordenó con ternura a su hijo que admiraba la sortija —. Tenemos que devolver este anillo o deshacernos de él. Solo nos traerá problemas.
Kyle no podía entender porqué su madre quería desprenderse de lo único que podía salvarles de la hambruna que ya estaban padeciendo. Por un momento la retó con la mirada, pero finalmente se deshizo ante la bondadosa cara de la mujer que tanto lo había cuidado. Margaret escondió el anillo bajo los faldones de su vestido infinitamente remendado. Justo en ese momento volvieron a aporrear la puerta.
—¡En nombre de los Bow Street Runners, abrid la puerta!
Margaret miró a su hijo primero y al catre donde estaba el cuerpo escondido de su marido después. Agarró con fuerza la muñeca de Kyle y se dirigió a abrir la puerta. Todos conocían los duros castigos que estaban imponiendo después de la creación del nuevo cuerpo de policía. Muchos de ellos acababan con la muerte de los acusados aunque fuesen delitos menores. Cuatro agentes irrumpieron en la estancia sin pedir permiso.
—Nos informan de que se ha cometido un robo, señora. Se ha visto al malhechor entrando en esta vivienda. ¿Hay más gente en la casa?—preguntó mientras inspeccionaba cada rincón.
—Bernie, mira.
Uno de los agentes había seguido el rastro de los tablones húmedos del suelo y había levantado el colchón dejando a la vista los ojos vidriosos de Thomas. El policía, que estaba hablando con Margaret, hizo cara de entenderlo todo y después de comprobar que la descripción del ladrón que llevaba apuntada en un papel coincidía con la del cadáver, agarró a la mujer por las muñecas.
—Parece ser que no quisiste compartir el botín con tu marido, ¿no? ¿Dónde lo guardas?. Axel, cachéala, seguro que lo lleva encima.
Kyle contemplaba aterrado como dos policías revolvían las faldas y el escote de su madre sin ningún pudor hasta que dieron con el anillo. Satisfechos del resultado ataron a la mujer por las muñecas y procedieron a hacer lo mismo con el niño a pesar de las quejas y explicaciones de su madre, que conocedora de las leyes, intuía el destino de su hijo y el suyo propio.
—Por favor, por favor, dejen al niño. Él no ha hecho nada. Soy yo, la única culpable soy yo — suplicaba entre lágrimas.
—Eso será el juez quien lo decida. De momento se viene con nosotros.
—Es solo un niño…No pueden ahorcarlo…Es solo un niño…
En ese momento Kyle se orinó encima empapando sus calzones de algodón.
Vaya, pobrecito, estoy a la espera del siguiente capítulo, ojalá y al menos el niño se salve. Besos a tu alma.
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Pues sí, pobrecillo, esta escritora no tiene piedad…😂😂
Besacos!!!
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Pobre chiquito y pobre mujer. Hay que ver lo que se nos puede complicar la vida con un delincuente al lado. La nueva policía me ha llamado la atención ¿ es una distopía? Bueno, no me voy a precipitar, ya lo irás contando.
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No, no es una distopía. Los Bow Street fueron un pequeño cuerpo de policía formado, en un principio, por cazarrecompensas.
El próximo lunes veremos si nuestro pequeño se salva de la horca…
Besacos!
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Sálvalo ¡¡¡ Y a la madre también ¡¡¡ jajajaja…
Me ha dejado muy intrigada lo del anillo, a quién puede pertenecer, supongo que a alguien de una élite que tal vez los pueda ayudar??????
Ná, curiosa que soy, el lunes que viene se me hace muy lejano
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Me da a mí que poquita ayuda van a tener…
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Me tiene intrigada por donde vas a tirar jajaja
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Me han interesado los Bow Street Runners y buscando por “internete”, he encontrado algo curioso, sabías que los Bo Street Runners fueron un grupo musical de los 60, me acabo de enterar por Nuestra Señora de la Wikipedia en inglés (no aparece en castellano) y no me he equivocado el grupo empieza por Bo sin la w de Bow.
En cuanto al relato, que escritora más cruel…aunque espero mejores noticias el lunes próximo… es una corazonada.
Besacos
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Jaaajjaaaaa Sí Carlos, mientras me documentaba un poquillo para escribir el relato también di con el grupo musical😊.
Y en cuanto a la corazonada…bueno, bueno…solo te digo que cuando yo me pongo cruel… En fin, ya lo veremos😉
Besacos!
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Lleno de detalles pintorescos que favorecen al desarrollo de la historia.
Muy bueno, Sadire.
Abrazo!
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Siguiendo el fragmento anterior, una escena sórdida, dura y sin concesiones, en la que el elemento de ocultación del cadáver no es nada comparado con la brutalidad (no explícita, pero existente y que choca con nuestro concepto actual de los derechos y libertades) que despliegan los “agentes de la ley” de marras.
Algunas sugerencias:
-Eso del cuerpo yermo no me mola… prueba con yerto 😉
-En “Mientras, Margaret, frotaba “, esa segunda coma tras “Margaret” la quitaría
-En “El policía que estaba hablando con Margaret, “, metería una coma antes del “que”, para marcar la condición de frase subordinada explicativa
-En “Axel cachéala, “, también pondría una coma tras “Axel”, para marcar el vocativo
PS: Con “—¡En nombre de los Bow Street Runners, abrid la puerta!” no he podido evitar pensar en los Backstreet boys 😀 😀 😀 😀
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Entrada editada, mi coronel!😋
No me veo yo a los back street con cachiporras asaltando la casa al ritmo de “Everybody” juasjuas😂😂
Besacos, Lord y gracias por las aportaciones!!!
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¡Buen trabajo! 🙂
Y mira que me daban asquito los chicos esos, por cierto…
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