No puedes apartar los ojos de ese pequeño rayo de luz que penetra por la obertura de la cloaca. Intentas convencerte de que tu sitio está entre esas inmundas y calladas paredes. Intentas creer que tanta luz y tantas voces no fueron creadas para ti. Pero anhelas sentir el calor de ese destello en todo tu cuerpo y, henchido de coraje, te atreves a dejar tu mundo para formar parte del otro.
Pensabas que estabas preparado. Pensabas que el dominio que poseías en tu cuna de inmundicias se trasladaría sin dificultad a ese universo nuevo. Nada más lejos de la realidad. Porque “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Y a base de patadas comprendes que te falta mucho por aprender, que solo eres una mierda seca más, que estabas equivocado. Y te avergüenzas de tu altanería.
Pero te aferras a la esperanza de que igual con un poco más de esfuerzo algún día conseguirás encajar en esa orbe y te desvives porque así sea. La realidad te abofetea de nuevo, más fuerte todavía. Y entonces, ya sin aliento, regresas a las cloacas; con tu arrogancia pisoteada. Empujas la trampilla de tu enorme sumidero con hastío y resignación. Y allí, acurrucado, entre ratas y caldos turbios, te recreas en tu desdicha. Miras con quebranto el pequeño fulgor que salpica tu corazón y abdicas ante tu sino. Mierda seca eras y mierda seca serás.
Me ha gustado, es duro, pero imagino que las cosas deben verse así de vez en cuando. Un abrazo
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Autobiografía de un mal día…
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Ya me imagino, entonces ánimo, un abrazo y a pasar página
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Pero chica ¡¡¡¡¡¡
Supongo que a veces es inevitable sentirnos así.
Divina eres y divina serás.
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Jajjaaaaa A veces no viene mal regodearse en tus propios residuos para después sacar el hocico con más fuerza. 😘😘😘
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Ah si es por éso, vale 🙂
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Duro, muy duro, como dice algún comentario. Escrito con mucha fuerza, además, con unas frases que golpean de modo brutal… y el uso de la segunda persona del presente impacta todavía más a quien lo lee. No es bueno regodearse en la autocompasión, porque, en efecto, te hunde más en la cloaca, pero hay veces que es inevitable.
Deja un sabor de boca a bilis y hiel (no por la calidad del texto, que la tiene) tras leerlo. O a mierda 😉
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Pues esa era lo que pretendía. Sin remilgos: a mierda. Besacos!!!😘😘
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