Hoy, no se por qué razón me he puesto a pensar ( cosa nada buena para la salud) y he llegado a la conclusión de que soy puta. Como la mayoría de los españoles, sí, leéis bien, todos somos un poco putas. Si eres trabajadora por cuenta ajena o autónoma eres más puta que las gallinas.
Soy puta porque trabajo bajo la presión de un chulo que no me quita ojo de encima (jefe/a). Un chulo que aunque te vea reventada, agotada o enferma te exige más y más. Soy puta porque después de una jornada de laaaargas horas recibo un sueldo que no llega ni a los novecientos euros. Unas horas de dedicación y esfuerzo que nadie valora ni se digna a reconocer. Ni una palmadita en la espalda, ni un agradecimiento.
Soy puta porque en ocasiones tengo que llenarme de paciencia para controlarme ante tensiones y disparates, ante más de una mala contestación o una orden subida de tono. Soy puta porque me siento prostituida por una cantidad de dinero indecente.
Soy puta porque llego a casa y me siento sucia por no tener la valentía de decir ¡a tomar por culo, ahí os quedáis voy a hacer lo que realmente me guste!. Así que sí, un poquito puta sí soy. De momento seguiré escondida tras el brazo protector de mi chulo y la seguridad de mi miserable sueldo cada uno de mes. Puta, cobarde y muy trabajadora (mala combinación)
El sarcasmo siempre es una buena herramienta para no echarse a llorar ante una realidad tan lamentablemente cierta como la que describes…
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En mi pueblo se dice en estos casos “puta y apaleá”
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En tu pueblo y en el resto de pueblos, me temo…
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Lo más que me gustó fue que a medida que leía el texto quería más y más. Me encantó. Rebelión ante todo.
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