¿Os habéis dado cuenta que en un momento determinado los electrodomésticos o los coches empiezan a fallar? Que si empiezas a oír un ruidito extraño, que si la nevera no enfría como antes, que si la puerta de la lavadora se descuelga…. Llegados a este punto sabemos que la reparación (o en ocasiones la renovación) está al caer. Y lo peor es que incluso la menor nimiedad pasa a ser una derrama desorbitada. Llevas el coche al mecánico creyendo que será una tontería: un filtro, un cambio de aceite y al final le sacan catorce mil achaques.
Pues bien, yo creo que a mi también me ha llegado ese momento. Necesito pasar la ITV y que me revisen todos los ruiditos extraños, que comprueben porqué no enfrío bien y que le pongan bisagras nuevas a mi puerta. Es curioso como los humanos (esos seres que nos jactamos de estar en la cúspide de la pirámide) necesitamos estar jodidos a base de bien para darnos cuenta de que ya no somos tan jóvenes y que necesitamos prestar mas importancia a nuestro cuerpo.
También me resulta curioso el comprobar que todo nos viene de golpe. Todos los males al mismo tiempo. Es como si nuestro cerebro estuviese hasta las narices de dar señales sutiles y dijese: ¡Pero coño espabila!
No estoy hablando de enfermedades complicadas, como ya digo en el título hablamos de chapa y pintura (afortunadamente, de momento). Empiezas con molestias en el hombro pero bueno ya se me pasará, habré hecho un mal movimiento. Quizás otro día un dolorcillo de muelas, un pinchacito insignificante que achacas a sensibilidad. O tal vez esa infección de orina que según tú fue causada por el exceso de baño en piscinas y playas durante el verano.
La cuestión es que un día cataplás: no puedes girar el cuello porque el dolor es insoportable, la muela que te molestó se te cae mientras comes y casi te atragantas y la infección de orina se asevera hasta el punto de padecer para hacer pis. Entonces es cuando empiezas a preocuparte y te das cuenta de que ya tienes casi cuarenta y que ese cuerpo serrano ya ha vivido muuuchas experiencias, muuuchos excesos y muuuucho trabajo.
Llegado este momento reorganizas tu apretadísima agenda para hacer hueco a la cita con el masajista, el dentista y el ginecólogo y ya que estás puesta pues con el médico de cabecera también para que te mande unos análisis de sangre (no vaya a ser…) Revisas agenda, te quedas mirando hacia el horizonte durante varios minutos y….hechas la culpa al jodido OT por recordarte que ya han pasado quince años y que pesan….vaya como pesan.
Imagen Flickr-Pedro Ribeiro Simoes–
Nippú dice tu no necesita arreglo. Tu solo pone leggins y tu pasea tres cuatro veces delante obra y albañiles sube autoestima en cero coma. Tu ahorra dinero y tu tan contenta que tu presenta casting miss bloguera.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Los albañiles últimamente son mucho mas exigentes…o eso…o estoy peor de lo que pensaba. Jaaajjj
Me gustaMe gusta
Seguro primera cosa. Tu no buscado obra buena. Tu ido obra subcontratada que no tiene tiempo ni para bocadillo. Tu tiene escoger bien obra: tu asegura antes que hay tres cuatro jubilados mirando y que albañiles no lleva casco. Esa si buena obra española toda vida, y allí seguro albañil machoman toda vida que dice guarreria a tia maciza.
Me gustaMe gusta