De los creadores del Pedo Mochilero ahora llega: El Amante Mochilero

Para todos aquellos que no sepan qué es un pedo mochilero ahí va su definición: es aquella flatulencia cuyo aroma se te queda pegada durante un buen rato envolviéndote con un aura invisible pero olorosa. Pues bien, si trasladamos esta definición al amante mochilero ésta quedaría así: aquel amante que a pesar de tener claro que es un mero amante aparece cuando menos te lo esperas y que ademas sigue contigo en plan mochila, dejando su propia aura de sensualidad e incertidumbre.

El amante mochilero insiste en aparecer y desaparecer a su antojo. Un día te dice que sí, que solo es sexo y que por lo tanto él, ese pedo que te incomoda tiene que seguir con su vida. Tiene que relacionarse con el resto de féminas e intentar buscar a su media naranja. Entonces tu le dices que te parece perfecto, que adelante con su vida y tu con la tuya. Pasan varios días, varias semanas y tu vuelves a tu rutina, a conocer gente, empezando a vivir sin tu pedo mochilero.

Y ahí es cuando vuelve a llegar tu flatulencia, notas como se te retuercen las tripas cuando el pedo te llama y te vuelve a rogar quedar poniendo como excusa que te echa de menos, que cree que está enamorado. Pero tu sabes que eso no es cierto, lo sabes porque notas que su llamada, esa flatulencia que está a punto de ver la luz huele a sexo, a puro y duro sexo. Que no estaría nada mal, si solo fuese eso y no intentase sonsacarte que lo amas, que estás dispuesta a todo por él porque así el pedo se sentiría mejor consigo mismo. Y es ahí cuando todo vuelve a empezar. No queremos mochilas, ya tenemos bastantes cargas en los hombros. Si es solo sexo no hace falta que vayáis con milongas intentando convertiros en el príncipe montado en su corcel porque en lo único que os convertís es en un incómodo Pedo Mochilero.

Imagen Flickr –Daniel Pádua–